Quien soy
Apasionado al motociclismo, aficionado a la lectura, son motivos mas que suficientes para que empiece a escribir sobre algo que realmente me apasiona y mantiene mi cabeza ocupada durante casi todas las horas del día.
Cuando consigues asociar tu trabajo con aquello que realmente te gusta, lo unes a tus hobbies, y solamente te queda pasarlo todo por la coctelera, agitar con la magia que merece para compartir tus opiniones, experiencias y rutas con todo aquel que quiera dedicar unos minutos a la lectura.
Son estas las razones, que me han llevado a escribir estas frases, no puedo decir que sea la primera vez que me ponga a publicar lo que escribo, pero lo cierto es que por falta tiempo o alguna motivación sobre algo concreto y duradero, nunca he conseguido tener una constancia.
Removiendo recuerdos del pasado, he de decir, que empezando con apenas quince años a montar en moto y disfrutando por primera vez de esa sensación de libertad, han pasado ya muchos años, muchas motos y muchas otras cosas.
Nacido y criado en la frontera imaginaria entre la urbe y la montaña, mi primera motocicleta llevaba neumáticos mixtos, podía haber elegido disfrutar de ella por montaña o asfalto, supongo que mi mente en ese momento, pedía experimentar aquella sensación de velocidad.
Cada dos años cambiaba de moto, cada vez de mayor cilindrada, potencia y prestaciones, pero siempre enfocadas a la velocidad.
Con diecinueve, me llamaron a filas, para los lectores de corta edad, el servicio militar, que por aquellos entonces, estábamos todos los españoles obligados a cumplir, salvo algún caso que otro, que eludía la experiencia con alguna artimaña o realmente algún problema. Al terminar con lo estrictamente obligado, pasaba de las motos de 2t a 4t, poco tiempo después, desapareció el obligado cumplimiento del servicio militar y las motos deportivas de gran cilindrada llegadas de Japón y Europa eran prácticamente todas de 4t.
Por desgracia, y mi mala cabeza, tuve un grave accidente en moto. Después de un largo periodo de recuperación, tuve unos tres años para pensar. Mi vuelta a las motos fueron con algo mas conocimiento y no tarde mucho tiempo, en dejar las salidas por aquellas carreteras de curvas infinitas, para seguir disfrutando de mi gran pasión, pero ahora en circuitos de velocidad.
Fueron muy buenos años, era capaz de desplazarme por toda España en modo viajero motero, eso si, para ver los Grandes Premios del Campeonato del Mundo de Velocidad y por otro lado disfrutar de la velocidad de la manera mas segura en los circuitos.
Algo muy común en casi todos los moteros, cuando aparece en tu vida un hijo, son muchos y muy radicales los cambios que experimentas, dejas de dedicar tiempo a tus hobbies, para disfrutar de tu nueva etapa y responsabilidades, con la niña, cambie la moto por el scooter, algo practico para desplazarme y seguir unido a mi pasión, aunque en esta etapa, siempre he tenido una segunda moto para muy de vez en cuando, quitarme el gusi-gusi, la niña ya ha crecido, y es momento a volver a dedicar mas tiempo a mis hobbies.
Han cambiado muchas cosas, las motos deportivas solo se venden prácticamente para su uso en circuito y esa etapa de mi vida ya esta quemada, nuevas tendencias en el uso de la moto nos han traído grandes motocicletas para viajar y en cierto modo, motos mas todocaminos, pero el tiempo del que dispongo ahora mismo, no es para dedicar a grandes viajes, si no para pequeñas escapadas en un solo día.
Por estas razones, he decidido comprar una moto ligera, y experimentar aquello que renuncie en su día a favor de la velocidad, el Off Road.
A continuación, os dejo ordenadas como fueron llegando, los diferentes modelos que han sido de mi propiedad, no son imágenes de las propiamente mías y junto a la ultima, faltan un par de modelos que tengo ahora mismo en el garaje, la nueva adquisición......y una clásica Derbi Variant Star Boton Rojo 60 Aniversario, que guardo como tributo a mi primera moto.